Jerusalén abre sus puertas al primer acuario de su clase en el Oriente Medio
Israel es conocida no solo como la tierra de la Biblia. Sino también, como un lugar de innovación y tecnología. Tiene un zoológico bíblico y ahora, en Jerusalén abre sus puertas el primer acuario de su clase en el Oriente Medio.
Este túnel bajo el mar está destinado a ser una de las atracciones principales en el nuevo acuario de Israel de la familia Gottesman, en Jerusalén.
La estructura es parte de un tanque de 400 mil galones en el acuario que es parte del zoológico bíblico de Jerusalén. Alberga tiburones y otros peces del mar mediterráneo.
“Estamos abordando y enfatizando sólo un tema, los hábitats locales. Sólo nos ocuparemos del Mar Mediterráneo, del Mar Rojo, un poco del Mar de Galilea y del Mar Muerto”, indica Shai Doron.
El director ejecutivo del zoológico bíblico y el acuario de Israel, Shai Doron dice que uno de los ejes principales es crear conciencia sobre la preservación del hábitat de la flora en el mar.
“No solo es mirar lo que el mar puede darnos a nosotros – la pesca, la desalinización, la perforación de gas, el petróleo, el transporte, la seguridad… tenemos que empezar, como israelíes y turistas de todo el mundo, a entender que el mar, el océano está habitado”, precisa Doron.
El acuario quiere tener algo para todos, como esta ventana interactiva que te lleva a un arrecife de coral del mar rojo con peces payasos que nadan alrededor.
“Aquí quería abordar de cerca algunos fenómenos, como el hecho de que tenemos rayas en el Mar Mediterráneo”, dice Doron.
En otras áreas, los visitantes tienen que buscar tesoros.
“Es de nuevo, parte de la nueva tendencia al visitar zoológicos y acuarios, no podemos ver todo de inmediato. Es un proceso de descubrimiento…”, comenta Doron.
En un tour de pre-apertura, CBN News pudo dar una mirada detrás de escena en el corazón del acuario – el Centro de Cría, Investigación y Quarentena.
“Estamos sobre el gran tanque del Meditarráneo. Este es el acceso para los acuaristas, para que los buceadores vengan y hagan el trabajo diario”, dice Doron.
El camino termina en lo que llaman la habitación del “compromiso”. A los visitantes se les pide que se comprometan a proteger la vida marina, prometiendo no conducir cuatro por cuatro a lo largo de la costa, no tomar conchas de mar o tirar bolsas plásticas a la playa.
“Cuando encontramos un tiburón o una ballena o tortuga marina muerta y abrimos su estómago, vemos que está llena de bolsas plásticas. ¿Por qué bolsas plásticas? No son comestibles, pero las criaturas piensan que son medusas”, comenta Doron.
Aunque hay grandes acuarios alrededor del mundo, Doron dice que este tiene algo especial.
“La vista de las colinas de Jerusalén es parte de la experiencia. Esta vista es única, solo para Jerusalén”, concluye Doron.